Vejer de la Frontera is considered one of the most beautiful cities in Cádiz providence. In 1976 was declared as a Historic- Artistic city, and along the way 1978 received the first national prize for its beautification and development. Vejer also received an award called “the silver broom” for being the cleanest city in the whole region of Cádiz. Additionally, Vejer used to be called “Vejer de la miel” because it used to have a massive beeshives. During old times Vejer was longed by Castilian and Muslims people and it remained in many hands until Fernando III called “el Santo” conquered in 1250 two years after he took possession of Seville. A beautiful story emerged from this catastrophe which now made both Vejer and Chefchaouen very similar. When Mulay Alí Ben Rachid went to Vejer to defend the city, he fell in love with Castalina Fernádez, a young Catilian lady, and brought her with him to Marruecos. There, she started missing her city and every single part of it. Her husband didn’t want to see her suffering and in reward, he raised the city where they were (Chefchaouen) and commanded to be built very similar to Vejer (the city his wife was originally from). The main difference between these two cities are the colors. In Chefchaouen everything is blue while in Vejer everything is white. I have to say that what other people said about Vejer as well as its history its exactly as it is. When I found myself looking at all these beautiful white houses, I thought for a moment that I was in Greece. It’s just so different compared to the center of Cádiz because the houses are colorful, there are more people, more noise. In Vejer everything its white for which is known. As you walk not only can you smell fresh air due to its cleanliness, but you can also feel the piece. Everyone and everything is quiet, at least that’s what I felt with the style and the color of the city. The only thing from Vejer I found kind of tricky was the steep and narrow streets. I honestly don’t know how people can drive being basically on top of the mountain and having narrower streets compared to the center of the city. But I guess everyone gets used to their surrounding and so do they.
In Vejer we visited different monuments including: La Plaza España and its beautiful fountain known as “plaza de los pescaítos” built- in 1975. Back in time kids used to bring colorful little fish to the fountain to give them water therefore, it has frogs that drip water from their mouth. In La Plaza España you will see a lot of people and tourist because that’s the common place where all the restaurants and departments like the City Hall and Peace Court are located. Other monuments we visited were: The city wall, the castle, the convent of the concepcionist, the Jewish quarter together with what they called the closed door, El divino Salvador church, and last but not least, La pastelería Galvan. One of the most popular sweet piece in this bakery is called “Pancito Durito” which it’s a mix of all the leftover of the candy they used and from there, they built like bread with all these types of sweet pieces. I bought one and I loved it!My favorite of all the places we went to was Tarifa. OMG what a magical and gorgeous view. I was flabbergasted by the clear water like I was able to see through. I loved this place. It was hard for me to believe that I was in between the Mediterranean and Atlantic Ocean not forgetting that Africa (Morocco) was also in front of me. I was like WOW. Tarifa it’s a beautiful place and I would recommend it to everyone. If one day I come back to Spain I will definitely go to Tarifa for my stay!
La semana pasada había planeado ir a ver la puesta del sol durante el fin de semana ya que todo el mundo en Cádiz dice que es hermosa. Desafortunadamente no pasó asi porque se presentaron otros planes. El clima no ayudó mucho que digamos ya que hizo frío durante la semana. Por otro lado, tenía clases y tareas que en el momento eran mas importante. El lunes me puse de acuerdo con mis amigas de ir a ver la puesta del sol al día siguiente por la noche después de hacer nuestros deberes y comer con nuestras familias. Nunca antes había visto una puesta de sol, lo cual significa que esta sería mi primera vez de presenciar algo a lo que muchos dan tanta promoción. Tanta fama hizó que comenzara a tener una imaginación de como sería y el que diría cuando llegara ese momento. La verdad que tengo que decir que me hice una imaginación simple. Me visualicé diciendo “si es muy bonito, pero no es gran cosa”. Pero es verdad lo que dice un refrán “el que no sabe es como el que no ve”. Inmediatamente llegué a la playa La Caleta los rayos de sol iluminaban mi rostro y fue en ese momento donde me quedé sin palabras. Yo nunca en mi vida había presenciado algo tan hermoso, tan sublime, tan fuera de lo normal. El cielo era de cinco colores: amarillo, anaranjado, azul, blanco y rojo. El amarillo y el anaranjado se reflejaban en la arena. El agua del mar fue algo que para mi no tiene comparación. El sonido de las olas brindado tranquilidad y paz interior, para llevarte a un lugar completamente diferente al que estas en el momento. En mi caso cada vez que contemplaba el cielo y me detenía a escuchar profundamente este sonido, me trasladaba a mis seres queridos y mi hogar. Reflexionaba en lo grande y maravillosa que es la naturaleza y lo mucho que tenemos que valorar las cosas que tenemos y que nos brinda la vida, pues muchos no tienen lo que quisieran tener. Ciertamente, esa puesta de sol ha marcado mi vida. Sinceramente es más bello en persona que por foto o comentarios de otros individuos. Ya que no es lo mismo hablar de una comida que probarla, y esto es exactamente lo que pasa con esta foto. Por eso describo esta foto en 3 palabras: paz, armonía, apreciación. A todos los estudiantes que haran este viaje les animo a que experimenten esta maravillosa puesta de sol. Al lado de la playa La Caleta está el Castillo San Sebastián que anteriormente era una cárcel pero en años posteriores a estos era un castillo y fue usado por el ejército como defensa. En esta imagen se pueden ver los impactos de las bombas francesas que mandaba Napoleón cuando quiso tomar total dominio y control sobre la ciudad de Cádiz en el siglo XIX. Mandando esas bombas era una forma de acabar con las vidas de aquellas personas que defendían la ciudad. Su forma de pensar era que si acababa con ellos entonces no habría quien defendiera lo ciudad y esto le permitiría el acceso a toda la ciudad. Pero resultó que las piedras alrededor de este castillo eran tan fuertes que las bombas no pudieron romperla. Su ejército de defensa era igual de fuerte, y esto impidió que Napoleón se adueñara de Cádiz.
